lunes, 20 de enero de 2014

Ascensión al Moncayo

Estando en Barcelona de cuerpo presente, tenía la cabeza en el monte y no era para menos, pues estaba pendiente de la propuesta de “los Flumen” de ascender el Moncayo. Tras muchos “Wasas”, al final nos ponemos de acuerdo y decidimos que el día 29 de diciembre nos vamos al Moncayo.
Madrugón y, a las 7'30, nos juntamos en Zaragoza Luis, Montse, Jesús, David y yo. La idea es empezar a caminar sobre las nueve partiendo de la fuente de los monjes, a unos 1300 msnm y así lo hacemos. Tras media hora caminando, llegamos al santuario de la Virgen del Moncayo, donde nos juntamos con Vero y 7 personas más que venían con ella. A partir de aquí ya hay nieve -en su mayoría helada-, por lo que nos calzamos los crampones. Comenzamos a ascender entre pinos hasta que llegamos a una plana desde la que ya vemos todo el Moncayo y las diferentes rutas por donde ascenderlo. Nosotros decidimos tirar de frente, por el “Cucharón”. La nieve está casi perfecta, aunque a trozos demasiado congelada para mi gusto, pero aun así se asciende muy bien. Desde mitad del Cucharón, tenemos la suerte de que nos acompaña el sol hasta la cima, pero a los pocos minutos de estar arriba se pone la famosa nieblina, arrecia el viento  y nos quedamos sin vistas, sin sol y con bastante fresco. Por fin, 2314 msnm, abrazos, risas, unas fotillas, alguna barrita energética y ya hacia el cerro de San Juan (creo), por hacer otra cima. Después, para abajo por la “normal”. Cuando llegamos al santuario, cerveza obligada y luego a seguir bajando, que hasta el coche aún nos queda un ratín. Llegamos al coche y botas fuera, qué gusto!.. Y ahora, a comer, que tenemos más hambre que el perro del afilador. En definitiva, un gran domingo en el monte, primera invernal de la temporada, rodeado de buena gente y haciendo una cima nueva para mí. Seguro que volveré!
 

sábado, 30 de noviembre de 2013

VI copa cántabra de kayak extremo

El 22 y 23 de noviembre se celebró en Ampuero la VI copa cántabra de kayak extremo organizada por el club Katanga kayak. Como el año pasado asistimos y nos gustó mucho, este año había que volver sí o sí.

Para aprovechar más este finde fuera de casa, marché ya el viernes a hacer noche en Bilbao. Tras pinchar dos ruedas, con el miedo en el cuerpo por si pinchaba una tercera vez, el sábado llegaba a Ampuero. Después de las inscripciones se empezaron a formar grupos para ir a remar a un río u otro, ya que este año, a diferencia del pasado, había agua por todas partes. Yo decidí ir al Gándara con Jorge, Iker, Edu, Paulo..., que iba muy bien de agua. Remamos como siempre bajo la lluvia y con algo de frío, pero también, como siempre, nos lo pasamos como enanos! Al volver al albergue donde dormiríamos esa noche, me esperaba en el coche un caldo calentito, rico rico, que después de pasar algo de frío entró solo (muchas gracias tita). Ya de noche, tras pasar media tarde contando y escuchando lo ocurrido en los distintos ríos, fuimos a cenar todos juntos. Cuando acabó la cena dio comienzo el sorteo de regalos para todos los participantes. Este año hubo suerte, me tocó un libro llamado “Los collados del Asón”, un libro que te trasmite ganas de volver a ese precioso valle cántabro. Al día siguiente, tras almorzar, fuimos a Ramales de la Victoria, el pueblo en el que se encuentra el “paso del Oso”, donde tiene lugar la competición. Este año daba gusto ver este paso, con mucha agua, escasamente se veían las piedras. Una vez acabó la competición, fuimos a la plaza de Ampuero, donde se realiza la entrega de premios. Siempre nos invitan a una alubiada tras la entrega y este año no fue menos, pero decidimos no quedarnos a comer ya que se hizo algo tarde y había que volver: cada mochuelo a su olivo. Yo fui a Bilbao a hacer noche con la familia y al día siguiente para casa, que se ha pasado el largo finde sin enterarnos...

Solo decir que como siempre un 10 a la organización, muchas gracias a todos los que lo hacen posible y en especial a Javi e Iker, unos pedazo de currantes y mejor personas que nos hacen sentir como en casa año tras año.
 

sábado, 30 de marzo de 2013

Semana de remadas

Después de unos días sin publicar nada, por fin me siento a escribir lo acontecido durante esta semana: en 9 días, de viernes a sábado, hemos remado en cuatro ríos distintos. Hace dos viernes remamos unos cuantos en el Gállego aprovechando que este año tenemos agua. Después de remar, la típica conversación de 'a ver si vamos a remar más a menudo' que siempre se queda en agua de borrajas....... pues esta vez no fue así, el lunes, quedamos para ir al Veral, que llevaba algo de agua. Para mi es un río espectacular, encañonado, con un paisaje alrededor increíble y unos pasos disfrutones. Yo no lo había hecho hasta entonces y siempre tienes ese miedo al ir la primera vez, pero me lo pasé como un enano. Además, ayuda bastante ir con gente que se lo conoce y que están pendientes de los novatos como yo. Al día siguiente, vamos intentando pillar a alguien para ir al Esca el viernes, pero la gente no se anima. Al final, fuimos Darío, Alberto y yo, con buen caudal y un día cojonudo. Alberto era el único que se conocía el río, ya que Darío hacía tiempo que no lo remaba y para mi era la primera vez. Como siempre que vas con buenos amigos, da gusto que estén pendientes de ti. Para acabar la semana, me llama Alberto a mitad tarde del viernes para ir el sábado al Guatizalema. Yo siempre he oído que es un río de los que hay que hacer por lo menos una vez, conque acepto e intentamos buscar gente para que vengan y acompañantes para hacer el apoyo. A la media hora me llama Alberto para decirme que ya está todo organizao, que vienen los riojanos y que ellos nos harán el apoyo. El sábado a las 9 ya estamos en Arguis organizando los apoyos y distribuyendo el material en los menos vehículos posibles. A las 11 y media estamos embarcando los 12 kayakistas con un nivel de agua de 0,85. Este río también es la primera vez que lo hago, conque voy casi todo el río pegado a Alberto, que es el único de los 12 que lo ha hecho alguna vez. Es un río muy divertido, todo rampas, saltos y escalones bastante fáciles de hacer. La putada ha sido cruzar el pantano en piragua, con mucho aire y encima en contra. La verdad que ha sido una semana espectacular para mi, ya que he conocido tres nuevos ríos y encima los he remado con mi piragua nueva, que mas se puede pedir.

Día de la marmota


Hace quince días celebramos en Murillo la segunda edición del 'día de la marmota', que ya es el símbolo de comienzo de la temporada de rafting. Este año a diferencia del año pasado, disfrutamos de algo más de agua, pero también nos acompañó un día lluvioso que hizo que algunos se quedaran en casa y se perdieran este acontecimiento.

Cuando ya estábamos todos los que se esperaba, para no faltar a la tradición de 'fatiar' siempre que nos juntamos con los gurus, decidieron hacer un 'harlem shake', que se conoce que es la nueva moda.

Una vez estábamos todos distribuidos para subir los menos coches posibles, unos cuantos marchamos para arriba, a empezar desde el cuarto.

Hicimos el cuarto rápidos y seguimos río abajo para juntarnos con el resto que estaban en carcavilla esperándonos. Ya todos juntos y algo ligeros (que hacía frío) fuimos bajando hasta llegar al embudo, donde la cosa se ralentizó para asegurar y recuperar a los nadadores y sus pertenencias.

Al llegar de nuevo a la base de river guru, el chef Chema tenía dos peroladas de migas preparadas, las cuales, con el hambre que traíamos todos, se llevaron un viaje en poco rato........por lo que pasamos al café. Para echar el café, subimos al embudo donde los gurus nos pusieron un par de vídeos de sus aventuras en piragua.

Durante todo el día, disfrutamos de un ambiente inmejorable y lleno de buenos ratos. Como conclusión diré, que para mi fue un gran día ya que estrenaba mi nueva piragua!! A ver si dura tanto como vale.

martes, 5 de marzo de 2013

Peña Rueba

Este finde, después de mucho tiempo sin escalar en roca, os estalentaus decidimos hacer dos cordadas y juntarnos para comer en la cima de Peña Rueba. Como Luis nunca había hecho una vía de varios largos, que mejor vía para iniciarse que la de los terceros. Nos costó unas dos horas y Luis se “estrenó” abriendo, montando reuniones y asegurando desde arriba. Cuando nos faltaba poco para llegar a la cima, apareció la segunda cordada, Fani y Panadero, que subían por la ferrata. Ya juntos todos os estalentaus, llegamos hasta la cima, donde nos encontramos con una pareja de montañeros de Artieda. Desde la cima, se podía ver todo el pirineo con el paquetón de nieve que hay este año. Además como hacía un día soleado y despejado, se veía toda la hoya de Huesca y hasta el Moncayo, que lucía cubierto de nieve.

En la cima hicimos algo fundamental, firmar el libro de ascensiones para que quede constancia de nuestro paso por Peña Rueba y nuestro rechazo al pantano, además de comer disfrutando de unas vistas espectaculares y de una gran compañía que generaba un ambiente inigualable. Después de comer, bajamos los cuatro por la ferrata oeste, para así disfrutar de la cresta y realizar una entretenida andada pasando bajo el impresionante techo surcado por la vía Make hasta llegar a los coches.

Una vez teníamos todo el material organizado y recogido, bajamos hasta el hostal a celebrar el gran día de actividad con unas merecidas patatas fritas y unas jarras de cerveza para pasarlas.

Con otro estalentau que se suma al grupo, esperamos volver pronto a nuestra querida Peña Rueba.

domingo, 24 de febrero de 2013

Remada con los Kayakansos

El viernes 15, fui a remar a Murillo con Juanito, Txomin y el Txato que estaban preparando una concentración de piragüistas a cargo de los Kayakanso para el sábado. Después de remar, nos invitaron a que subiéramos al día siguiente, conque allí estábamos el sábado con una mañana primaveral preparando material en la base de Riverguru. Poco después de las doce del mediodía ya estábamos mas de cuarenta personas 'disfrazándonos' para meternos a remojo. Cuando llegamos todos al cuarto parecía que habíamos llegado a la 'gran vía' en hora punta, miraras donde miraras veías piragüistas. Una vez embarcamos, estuvimos algo más de una hora en el cuarto haciendo la seguridad y fotos a los nadadores y los que pasaron sin problemas hasta que por fin se tiró el último kayakista del día. Cuando llegamos a Caracavilla, se nos unieron unas cuantas personas más y alguno se salió a causa del frio. A partir de aquí, bajamos más rápidos, parando solo en el embudo a socorrer a algún que otro nadador y recuperar piraguas y remos que habían decidido terminar el descenso por su cuenta. Por fin, a las cuatro y cuarto de la tarde llegábamos a la playa de Murillo con más hambre que otra cosa, alrededor de cuarenta piragüistas. La verdad es que fue un día en el que me encontré muy a gusto entre grandes amigos y buenos conocidos. Y ahora ya a pensar en el día de la marmota, que este año lo disfrutaremos con más agua que el pasado y esperemos que con una gran afluencia de amantes del agua.

lunes, 7 de enero de 2013

Ferrata de Obarra

El domingo 23 de diciembre después de dos horas de viaje llegamos al monasterio de Obarra Mallada, Estefanía y yo para conocer una nueva ferrata abierta el pasado verano y de la cual teníamos muy buenas impresiones. La ferrata recorre una montaña rocosa que se encuentra justo encima del monasterio y tiene el inicio al borde de la carretera por lo que la aproximación es nula. Al poco de comenzar a ascender, la via presenta varios tramos totalmente verticales y aumenta el patio. Tras poco más de media hora llegamos a una gran repisa herbosa que abandonamos por un muro de unos veinte metros verticales para llegar al primer puente tibetano. Es un puente de unos diez metros que nos deja debajo de una pequeña cresta la cual hay que subir y luego bajar por detrás para llegar al segundo puente. Este nos deja bajo un gran espolón que nos lleva a realizar una pequeña trabesía a la izquierda para llegar al tercer y último puente. Este último puente solo dispone de una sirga donde apollar los pies a la hora de cruzarlo, lo que le da una mallor dificultad. Tras este, nos queda una pared vertical hasta la cima. Desde la cima podemos ver el pueblo de Ballabriga, a donde llegaremos siguiendo una senda que sale hacia la derecha. Tras tres horas de actividad llegamos a Ballabriga, donde localizamos un bonito lavadero ideal para comer al solecito. Ballabriga es un pequeño pueblo situado a dos o tres kilómetros del monasterio de Obarra, en el cual, según nos dijeron sus cuatro habitantes, nadie está fijo todo el año, ya que en invierno lo pasan en Graus y solo suben los fines de semana. Después de comer, y a modo de paseo, llegamos al coche en poco más de veinte minutos con la sensación de haber realizado una gran actividad, pues para mí, es la mejor y más espectacular ferrata que he hecho nunca.