Fin de semana de agua.

El viernes después de comer ya no podía seguir en casa viendo como subía el nivel de los ríos según la página de saihebro y decidí irme en bicicleta a ver estas riadas en persona. Cuando llegué al puente de hierro de Santolaria, me asombró el caudal que llevaba el río tras un verano marcado por la escasez de agua. Después intenté seguir por la pista que lleva hasta Concilio pero el paso por el barranco de San Julián estaba imposible, al igual que la senda que antes utilizaban para ir de Morán a Murillo y que pasa por el barranco de Subién. Todo lo que vi esa tarde junto con los pronósticos de lluvia presagiaban un gran fin de semana de remadas. Tras unas llamadas de teléfono y unas consultas en saihebro, quedamos un grupo de unos ocho piragüistas para ir el sábado por la mañana a descender el Aragón Subordán. Cuando llegamos al aforo de Javierregay, nos dimos cuenta de que el Subordán bajaba con mucha más agua de la que esperábamos encontrar y acompañada de arboles enteros, pero no nos dimos por vencidos y fuimos a ver como estaban los pasos mas complejos. Gracias a estas observaciones nos dimos cuenta de que era un peligro entrar a remar con ese caudal y decidimos bajar al Gállego. Nuestra sorpresa fue que el Gállego llevaba nada más y nada menos que 550m3/s, por lo que decidimos embarcar en "tirolina" y escaquearnos del "cuarto". El "cañón" era un tren de olas constante, con marmitas por todas partes que te mandaban a donde querían, por lo que al llegar a Carcavilla decidimos salirnos y embarcar en Murillo para bajar hasta Santolaria. En mi opinión fue una decisión muy acertada, ya que la parte de abajo era espectacular, muy rápida y con gran cantidad de olas. El punto más fuerte era "la lavadora", donde se formaba una primer ola gigante, y tras esta, media docena de entre dos y tres matros. En poco más de media hora realizamos este tramo de unos siete kilómetros los cinco piragüistas. Viendo que el agua estaba asegurada, ya que se pegó todo el día lloviendo, quedamos el domingo a las diez en Murillo para ir a remar a donde se pudiera. Nuestra sorpresa ha sido que tras decidir que íbamos a remar al Sobordán, la carretera Murillo-Jaca estaba cortada por desprendimientos. Después de esperar toda la mañana a ver si la abrían, hemos decidido volver a entrar a la parte de abajo pero con unos 200m3/s. Hoy el río tenía muchos más trenes de olas que ayer y una velocidad similar. La verdad es que estaba muy "disfrutón". La lavadora era una ola que a diferencia de ayer, hoy se podía surfear y no era tan alta. En definitiva ha sido un fin de semana casi perfecto (si no por el corte de carretera) para disfrutar de un río que pocas veces se ve con este caudal. Piragüistas que remamos el sábado: Adolfo, Chema, Mikel, Nacho y yo. Piragüistas que remamos el domingo: Jorge, Chema, Gabi y yo, con la ayuda de Juanito para el apoyo. El Río Gállego está vivo y lo estará por siempre. PANTANO NUNCA!!!!  RÍO GÁLLEGO VIVO!!!!!  YESA NO!!