Este finde, después de mucho tiempo
sin escalar en roca, os estalentaus decidimos hacer dos cordadas y
juntarnos para comer en la cima de Peña Rueba. Como Luis nunca había
hecho una vía de varios largos, que mejor vía para iniciarse que la
de los terceros. Nos costó unas dos horas y Luis se “estrenó”
abriendo, montando reuniones y asegurando desde arriba. Cuando nos
faltaba poco para llegar a la cima, apareció la segunda cordada,
Fani y Panadero, que subían por la ferrata. Ya juntos todos os
estalentaus, llegamos hasta la cima, donde nos encontramos con una
pareja de montañeros de Artieda. Desde la cima, se podía ver todo
el pirineo con el paquetón de nieve que hay este año. Además como
hacía un día soleado y despejado, se veía toda la hoya de Huesca y
hasta el Moncayo, que lucía cubierto de nieve.
En la cima hicimos algo fundamental,
firmar el libro de ascensiones para que quede constancia de nuestro
paso por Peña Rueba y nuestro rechazo al pantano, además de comer
disfrutando de unas vistas espectaculares y de una gran compañía
que generaba un ambiente inigualable. Después de comer, bajamos los
cuatro por la ferrata oeste, para así disfrutar de la cresta y
realizar una entretenida andada pasando bajo el impresionante techo
surcado por la vía Make hasta llegar a los coches.
Una vez teníamos todo el material
organizado y recogido, bajamos hasta el hostal a celebrar el gran día
de actividad con unas merecidas patatas fritas y unas jarras de
cerveza para pasarlas.
Con otro estalentau que se suma al
grupo, esperamos volver pronto a nuestra querida Peña Rueba.
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